viernes, 11 de diciembre de 2009
miércoles, 2 de diciembre de 2009
martes, 24 de noviembre de 2009
viernes, 20 de noviembre de 2009
martes, 10 de noviembre de 2009
HISTORIA DEL MAQUILLAJE
Desde siempre la gente ha hecho uso del maquillaje para potenciar su atractivo y disimular defectos. Siempre ha tenido el mismo fin, aunque a lo largo de la Historia se han usado diferentes utensilios y cosméticos para ello.
los grandes maquilladores de hoy en día han echado un vistazo a la historia del maquillaje para buscar métodos y trucos que aplicar en la actualidad.
Egipto
Obtenían los colores de sus cosméticos mezclando tierras, cenizas y tintas.
Era muy típico que los egipcios realzasen sus ojos con colores fuertes y vivos. Y fueron ellos los primeros en pintar sus labios, con ocre rojo y óxido de hierro natural, extendiendo el mejunge con un cepillo o palito por sus labios.
Grecia y Roma
En la edad Antigua, griegos y romanos perfeccionan las técnicas del maquillaje. Gana peso la piel, la cual comienzan a maquillar para conseguir blanquearla .
Es en esta etapa donde encontramos la creación del famoso y actual rimmel. La tendencia es tener la piel muy blanca como signo de apasionamiento, con cerusa y . En los ojos utilizaban el khöl, maquillándolos en negro y azul. Las cejas se perfilaban sin alargarlas y se depilaban con pinzas y los labios y pómulos se coloreaban en tonos rojos vivos.
Mesopotamia
Al igual que en Grecia llevaban la piel blanqueada y los pómulos enrojecidos, en los ojos lapislázuli y las cejas teñidas en negro.
Las mujeres lucían el pelo suelto y rizado sobre los hombros y los hombres rizaban la barba y el cabello dejando al final geométricos tirabuzones. La abundancia de pelo significaba fuerza y valor y se espolvoreaba con oro en polvo tanto la barba como el cabello.
Roma
La piel era blanquecina, los ojos y cejas llevaban khöl y los párpados iban muy marcados con antimonio y turquesa. Los labios y mejillas marcado en rojo vivo.
Dedicaban mucho tiempo a los peinados, eran muy laboriosos, teñían los cabellos con preparados de color rubio y los exponían al sol para transformar el color. También se elaboraban pestañas tejiéndolas con seda o con pelo natural.
Arabia
Las mujeres dedicaban largas horas al embellecimiento, vivían recluidas en harenes donde se cuidaban con baños perfumados, aceites y masajes. Se aplicaban Khöl en los ojos para agrandarlos y usaban colorete y cantidad de perfumes. Llevaban la cara tapada con velo y el pelo cubierto con sedas.
Edad Media
La mujer llevaba la cabeza cubierta con tocados en señal de sumisión.
Pasado algún tiempo empezó de nuevo el interés por la cosmética debido a la influencia árabe. Los trajes se fueron modificando con generosos escotes y se hacían largos trenzados en el pelo que llegaban a ser verdaderas obras de arte.
Renacimiento
Las cejas se dejan muy finas y en algunos casos desaparecen. Incluso la frente se depila para dejar mas dimensión en el rostro. Los ojos se maquillan con khöl y el colorete tiende a gránate.
Siglo XIX
Se sigue llevando la cara pálida pero de manera exagerada, el ideal es parecer enfermo . La ojera se marca de azul al igual que las venas. La idea es mostrar la sensibilidad cutánea. Los pómulos se sonrosan levemente con un rosa palo y los labios se maquillan en color carmesí en forma de corazón.
Siglo XX
La industria cosmética sufre un boom, ofreciendo un gran abanico de posibilidades en productos de peluquería y cosmética.
En los primeros años del siglo XX las ideas y costumbres del pasado siguen estando vigentes como el tono de la piel que sigue siendo distintivo social ya que una piel blanca denota no estar expuesta al sol ni a la intemperie que están sometidas las pieles de las clases menos favorecidas.
1910 - 1919
Durante estos primeros diez años la mujer quiere encarnar tres ideales muy distintos: la mujer cariñosa, la madonna dispuesta a cualquier sacrificio y la vampiresa exótica
1920 - 1929
Los ojos se llevaban con raya negra y muy difuminada y en la cuenca del ojo sombra en rojo o morado. Los labios en rojo oscuro en forma de boca de piñón y las cejas cuidadosamente depiladas y se maquillan para darles una forma circular. El colorete en forma de mancha redondeada. El objetivo principal era la provocación, no importaba que se fuera muy recargada. Las rubias se maquillaban con tonos verdes y azules muy intensos mientras que las morenas optaban por negros y marrones. Se quería conseguir el efecto de tener unos ojos muy grandes y almendrados, para ello utilizaban mucho el khöl difuminado.
1930 - 1939
La tendencia artificial de los años veinte se consideraba vulgar y prima una apariencia más individual y natural. El rostro debía tener una limpieza transparente como el de las estrellas de cine. Se usa lápiz para perfilar las cejas cuidadosamente depiladas en semicírculo; sombras de ojos dorada, plateada, en ocasiones combinada con marrón, azul o violeta; rimel o pestaña postiza si era necesario, el colorete ya no es redondeado sino que se difumina y la boca va perfilada dando forma de “arco de Cupido” y con carmín marrón o gránate.
1940 - 1949
La Segunda Guerra Mundial supuso un paréntesis en los avances del maquillaje y continua en los años de austeridad y de la posguerra. A pesar de esto las francesas estaban dispuestas a mantener su reputación de ser las mujeres mejor vestidas del mundo. Si el resto de las mujeres del mundo creían que debían vestir con modestia y sobriedad, las francesas desarrollaron un estilo extravagante para demostrar su independencia. Los labios de rojo oscuro, vestidos de colores vivos (azul, blanco, rojo) y sombreros y zapatos que crecían a lo alto con cuña. Tocados en la cabeza realizados con cualquier tipo de material (velo, flores, terciopelo, plumas....) utilizaban mucho el ingenio e incluso llegaban a ser de mal gusto en algunos casos.
1950 - 1959
Después de pasar el duro periodo de la Segunda Guerra Mundial el look que vuelve es más dulce y suavizado. En 1953 aparece el primer fondo de maquillaje en emulsión fluida llamado “Fluid Make-up”, haciendo que los fondos de maquillaje cubrientes y espesos tipo pan-cake empezaran a tambalearse.
1960 - 1969
El maquillaje se convierte en un distintivo haciéndose notar. Esta seña de identidad llega a su clímax con los maquillajes psicodélicos de las comunidades hippies.
El prototipo de mujer lo encarna la modelo Twiggy, grandes ojos, delgada, representa la ternura y un estilo transparente. Sombras de ojos de distintos colores, línea oscura en los párpados superior e inferior, varias capas de máscara e incluso pestañas postizas, cejas falsas y pétalos de flores pegados o pintados.
1970 - 1979
En esta década empieza a introducirse la idea de tratamiento en los productos de maquillaje. Aparece la primera crema hidratante y protectora con color llamada “Bienfait du Matin” de Lancôme.
Hay una vuelta al glamour de los años pasados, vuelven las modas de los años veinte y treinta pero con un toque de disco y lentejuelas. Labios con brillos transparentes, purpurinas, texturas extra grasas y colores tropicales.
Las pestañas postizas están en auge y hay una verdadera obsesión por el cutis moreno, tanto en verano como en invierno. Las cremas autobronceadoras y los polvos y tierras de sol se convierten en un éxito de ventas.
A partir de 1973 se vuelve a la estética de la naturaleza con colores neutros, caqui, arena, azul grisáceo, oliva, beige...tonos que combinaban a la perfección entre ellos y facilitaba la forma de vestir.
En 1976 se implanta la estética “punk”, no cree en modas de lujo e implanta los colores sin ton ni son. Aunque no fue una moda de grandes masas dejará como patente en nuestros tiempos la mezcla por el color sin ningún tipo de rigidez.
Más tarde la moda llegaría con ojos muy oscurecidos, labios rojo sangre y cara muy pálida recordando los locos años veinte.
1980 - 1989
Todas las marcas de cosmética empiezan a concebir el maquillaje como un conjunto armonioso que no omite ningún detalle y las mujeres han pasado a considerarlo como un elemento indispensable en sus vidas. El concepto de estilo yuppi reflejaba que tanto el maquillaje como el peinado y los complementos los mantenía la propia mujer con su trabajo.
El maquillaje permanente ofrece una solución definitiva para maquillarse cejas, líneas de ojos y labios y pestañas.
En los primeros años se da preferencia a los tonos fuertes aunque la mayoría sólo se atreve a llevarlos por la noche. Durante el día la mujer trabajadora usa tonos más naturales que lucen la belleza de un cutis cuidado y en tono mate. Es muy importante la fusión entre el maquillaje, sombra y coloretes, han de ir muy bien difuminados y sin marcar trazos visibles entre unos y otros. No se notan los cortes entre la cara y el cuello y el tono es más natural, se toma conciencia de que el sol envejece.
En los últimos años de la década se busca los tonos mates y se destierran los brillos. Las cejas se llevan anchas y oscurecidas. Los ojos se maquillan con el khöl difuminado y el eyeliner cae en el olvido.
1990 - 1999
los primeros años de la década se lleva la estética neohippy, poco preocupada por la belleza física y el atuendo.. El look de las pasarelas de París, Milán o Nueva York son modelos extremadamente delgadas y ojerosas como la top Kate Moss.
Ante el poco cuidado por la estética la industria de la cosmética lanza al mercado productos que prometen un aspecto natural: brillos translúcidos, mascaras transparentes, hidratantes que unifican el color, etc. Los productos que más éxito tienen son los multiuso que sirven para maquillar ojos, labios y pómulos.
A mediados de los noventa vuelve un pequeño revival de los colores de los setenta y durante un par de temporadas las cejas vuelven a llevarse muy depiladas y los párpados en tonalidades pastel irisadas. Se utilizan recursos étnicos en el maquillaje como la henna y el piercing se convierten casi en una forma de cosmética. Las caras se siguen manteniendo en tono natural ya que la conciencia por los efectos nocivos del sol cada vez esta más latente.
La belleza en general, es una ciencia que se reinventa sin cesarPorque una mujer se siente bien cuando se siente escuchada, comprendida y respetada. Estudios e investigaciones avanzadas que se han llevado a cabo en todo el mundo, han permitido siempre conocer las necesidades de las mujeres. Así cada una puede disponer de un ritual de belleza personalizado para cada etapa de su vida. Ya que no todas tenemos el mismo tipo o color de piel, de ojos, forma de la cara, el maquillaje y todos sus productos se han creado para adaptarse a cada mujer.
los grandes maquilladores de hoy en día han echado un vistazo a la historia del maquillaje para buscar métodos y trucos que aplicar en la actualidad.
Egipto
Obtenían los colores de sus cosméticos mezclando tierras, cenizas y tintas.
Era muy típico que los egipcios realzasen sus ojos con colores fuertes y vivos. Y fueron ellos los primeros en pintar sus labios, con ocre rojo y óxido de hierro natural, extendiendo el mejunge con un cepillo o palito por sus labios.
Grecia y Roma
En la edad Antigua, griegos y romanos perfeccionan las técnicas del maquillaje. Gana peso la piel, la cual comienzan a maquillar para conseguir blanquearla .
Es en esta etapa donde encontramos la creación del famoso y actual rimmel. La tendencia es tener la piel muy blanca como signo de apasionamiento, con cerusa y . En los ojos utilizaban el khöl, maquillándolos en negro y azul. Las cejas se perfilaban sin alargarlas y se depilaban con pinzas y los labios y pómulos se coloreaban en tonos rojos vivos.
Mesopotamia
Al igual que en Grecia llevaban la piel blanqueada y los pómulos enrojecidos, en los ojos lapislázuli y las cejas teñidas en negro.
Las mujeres lucían el pelo suelto y rizado sobre los hombros y los hombres rizaban la barba y el cabello dejando al final geométricos tirabuzones. La abundancia de pelo significaba fuerza y valor y se espolvoreaba con oro en polvo tanto la barba como el cabello.
Roma
La piel era blanquecina, los ojos y cejas llevaban khöl y los párpados iban muy marcados con antimonio y turquesa. Los labios y mejillas marcado en rojo vivo.
Dedicaban mucho tiempo a los peinados, eran muy laboriosos, teñían los cabellos con preparados de color rubio y los exponían al sol para transformar el color. También se elaboraban pestañas tejiéndolas con seda o con pelo natural.
Arabia
Las mujeres dedicaban largas horas al embellecimiento, vivían recluidas en harenes donde se cuidaban con baños perfumados, aceites y masajes. Se aplicaban Khöl en los ojos para agrandarlos y usaban colorete y cantidad de perfumes. Llevaban la cara tapada con velo y el pelo cubierto con sedas.
Edad Media
La mujer llevaba la cabeza cubierta con tocados en señal de sumisión.
Pasado algún tiempo empezó de nuevo el interés por la cosmética debido a la influencia árabe. Los trajes se fueron modificando con generosos escotes y se hacían largos trenzados en el pelo que llegaban a ser verdaderas obras de arte.
Renacimiento
Las cejas se dejan muy finas y en algunos casos desaparecen. Incluso la frente se depila para dejar mas dimensión en el rostro. Los ojos se maquillan con khöl y el colorete tiende a gránate.
Siglo XIX
Se sigue llevando la cara pálida pero de manera exagerada, el ideal es parecer enfermo . La ojera se marca de azul al igual que las venas. La idea es mostrar la sensibilidad cutánea. Los pómulos se sonrosan levemente con un rosa palo y los labios se maquillan en color carmesí en forma de corazón.
Siglo XX
La industria cosmética sufre un boom, ofreciendo un gran abanico de posibilidades en productos de peluquería y cosmética.
En los primeros años del siglo XX las ideas y costumbres del pasado siguen estando vigentes como el tono de la piel que sigue siendo distintivo social ya que una piel blanca denota no estar expuesta al sol ni a la intemperie que están sometidas las pieles de las clases menos favorecidas.
1910 - 1919
Durante estos primeros diez años la mujer quiere encarnar tres ideales muy distintos: la mujer cariñosa, la madonna dispuesta a cualquier sacrificio y la vampiresa exótica
1920 - 1929
Los ojos se llevaban con raya negra y muy difuminada y en la cuenca del ojo sombra en rojo o morado. Los labios en rojo oscuro en forma de boca de piñón y las cejas cuidadosamente depiladas y se maquillan para darles una forma circular. El colorete en forma de mancha redondeada. El objetivo principal era la provocación, no importaba que se fuera muy recargada. Las rubias se maquillaban con tonos verdes y azules muy intensos mientras que las morenas optaban por negros y marrones. Se quería conseguir el efecto de tener unos ojos muy grandes y almendrados, para ello utilizaban mucho el khöl difuminado.
1930 - 1939
La tendencia artificial de los años veinte se consideraba vulgar y prima una apariencia más individual y natural. El rostro debía tener una limpieza transparente como el de las estrellas de cine. Se usa lápiz para perfilar las cejas cuidadosamente depiladas en semicírculo; sombras de ojos dorada, plateada, en ocasiones combinada con marrón, azul o violeta; rimel o pestaña postiza si era necesario, el colorete ya no es redondeado sino que se difumina y la boca va perfilada dando forma de “arco de Cupido” y con carmín marrón o gránate.
1940 - 1949
La Segunda Guerra Mundial supuso un paréntesis en los avances del maquillaje y continua en los años de austeridad y de la posguerra. A pesar de esto las francesas estaban dispuestas a mantener su reputación de ser las mujeres mejor vestidas del mundo. Si el resto de las mujeres del mundo creían que debían vestir con modestia y sobriedad, las francesas desarrollaron un estilo extravagante para demostrar su independencia. Los labios de rojo oscuro, vestidos de colores vivos (azul, blanco, rojo) y sombreros y zapatos que crecían a lo alto con cuña. Tocados en la cabeza realizados con cualquier tipo de material (velo, flores, terciopelo, plumas....) utilizaban mucho el ingenio e incluso llegaban a ser de mal gusto en algunos casos.
1950 - 1959
Después de pasar el duro periodo de la Segunda Guerra Mundial el look que vuelve es más dulce y suavizado. En 1953 aparece el primer fondo de maquillaje en emulsión fluida llamado “Fluid Make-up”, haciendo que los fondos de maquillaje cubrientes y espesos tipo pan-cake empezaran a tambalearse.
1960 - 1969
El maquillaje se convierte en un distintivo haciéndose notar. Esta seña de identidad llega a su clímax con los maquillajes psicodélicos de las comunidades hippies.
El prototipo de mujer lo encarna la modelo Twiggy, grandes ojos, delgada, representa la ternura y un estilo transparente. Sombras de ojos de distintos colores, línea oscura en los párpados superior e inferior, varias capas de máscara e incluso pestañas postizas, cejas falsas y pétalos de flores pegados o pintados.
1970 - 1979
En esta década empieza a introducirse la idea de tratamiento en los productos de maquillaje. Aparece la primera crema hidratante y protectora con color llamada “Bienfait du Matin” de Lancôme.
Hay una vuelta al glamour de los años pasados, vuelven las modas de los años veinte y treinta pero con un toque de disco y lentejuelas. Labios con brillos transparentes, purpurinas, texturas extra grasas y colores tropicales.
Las pestañas postizas están en auge y hay una verdadera obsesión por el cutis moreno, tanto en verano como en invierno. Las cremas autobronceadoras y los polvos y tierras de sol se convierten en un éxito de ventas.
A partir de 1973 se vuelve a la estética de la naturaleza con colores neutros, caqui, arena, azul grisáceo, oliva, beige...tonos que combinaban a la perfección entre ellos y facilitaba la forma de vestir.
En 1976 se implanta la estética “punk”, no cree en modas de lujo e implanta los colores sin ton ni son. Aunque no fue una moda de grandes masas dejará como patente en nuestros tiempos la mezcla por el color sin ningún tipo de rigidez.
Más tarde la moda llegaría con ojos muy oscurecidos, labios rojo sangre y cara muy pálida recordando los locos años veinte.
1980 - 1989
Todas las marcas de cosmética empiezan a concebir el maquillaje como un conjunto armonioso que no omite ningún detalle y las mujeres han pasado a considerarlo como un elemento indispensable en sus vidas. El concepto de estilo yuppi reflejaba que tanto el maquillaje como el peinado y los complementos los mantenía la propia mujer con su trabajo.
El maquillaje permanente ofrece una solución definitiva para maquillarse cejas, líneas de ojos y labios y pestañas.
En los primeros años se da preferencia a los tonos fuertes aunque la mayoría sólo se atreve a llevarlos por la noche. Durante el día la mujer trabajadora usa tonos más naturales que lucen la belleza de un cutis cuidado y en tono mate. Es muy importante la fusión entre el maquillaje, sombra y coloretes, han de ir muy bien difuminados y sin marcar trazos visibles entre unos y otros. No se notan los cortes entre la cara y el cuello y el tono es más natural, se toma conciencia de que el sol envejece.
En los últimos años de la década se busca los tonos mates y se destierran los brillos. Las cejas se llevan anchas y oscurecidas. Los ojos se maquillan con el khöl difuminado y el eyeliner cae en el olvido.
1990 - 1999
los primeros años de la década se lleva la estética neohippy, poco preocupada por la belleza física y el atuendo.. El look de las pasarelas de París, Milán o Nueva York son modelos extremadamente delgadas y ojerosas como la top Kate Moss.
Ante el poco cuidado por la estética la industria de la cosmética lanza al mercado productos que prometen un aspecto natural: brillos translúcidos, mascaras transparentes, hidratantes que unifican el color, etc. Los productos que más éxito tienen son los multiuso que sirven para maquillar ojos, labios y pómulos.
A mediados de los noventa vuelve un pequeño revival de los colores de los setenta y durante un par de temporadas las cejas vuelven a llevarse muy depiladas y los párpados en tonalidades pastel irisadas. Se utilizan recursos étnicos en el maquillaje como la henna y el piercing se convierten casi en una forma de cosmética. Las caras se siguen manteniendo en tono natural ya que la conciencia por los efectos nocivos del sol cada vez esta más latente.
La belleza en general, es una ciencia que se reinventa sin cesarPorque una mujer se siente bien cuando se siente escuchada, comprendida y respetada. Estudios e investigaciones avanzadas que se han llevado a cabo en todo el mundo, han permitido siempre conocer las necesidades de las mujeres. Así cada una puede disponer de un ritual de belleza personalizado para cada etapa de su vida. Ya que no todas tenemos el mismo tipo o color de piel, de ojos, forma de la cara, el maquillaje y todos sus productos se han creado para adaptarse a cada mujer.
jueves, 5 de noviembre de 2009
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